
Sobre las tablas, el grupo dio buena cuenta de "Human" antes de atacar "Break away", un tema de reminiscencias metaleras y cuya conclusión aprovechó Bill Kaulitz para saludar a sus seguidores: "Es genial estar aquí. ¿Estáis preparados para pasarlo bien?", inquirió el vocalista en una pregunta que no necesitaba respuesta.
Bien definida por los alardes a la batería de Schäfer, "Pain of love" enlazó con las imágenes del Muro de Berlín que ilustraron "World behind my wall", seguidas por las llamaradas que emergieron del escenario en "Hey you".
"La siguiente canción está dedicada a todos los extraterrestres que han venido aquí esta noche", afirmó el cantante de Tokio Hotel en los instantes que precedieron a los toques electrónicos de "Alien".
Vivamente coreado, el himno "Ready, set, go!" dio paso a los momentos más íntimos de la velada. Sentados en taburetes cual cantautores en un bar, los miembros de la banda interpretaron "Humanoid" y "Phantomrider" antes de desaparecer del escenario.
El regreso fue a lo grande, con Bill Kaulitz montado a lomos de una motocicleta que rugía a cada golpe de acelerador y las contundentes notas de "Dogs unleashed", que preludiaron a "Love & death", "Automatic" y "Screamin'".
Tras "Darkside of the sun" y una breve ausencia meramente protocolaria, Tokio Hotel retomaron sus posiciones para encarar el fin de fiesta con "Zoom", "Forever now" y el que es sin duda su éxito más aplaudido, "Monsoon".
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